La moda sí incomoda, cuando no está hecha para tí

Por Jeniffer Varela R.

No me gusta hacer estos post, de verdad que no. Quisiera decir que todas las mujeres salen a la calle viéndose fabulosas y haciendo voltear cabezas (para bien), pero no. No tengo la idea de quién fue el que dijo que la moda no incomoda (si saben quien es, díganme y lo (a) matamos), pero para mí no hay frase más mentirosa y peligrosa.

Las personas que saben de moda generalmente hacen énfasis en que, si bien ese mundo se rige por tendencias y temporadas, para poder seguirlas es necesario conocer nuestro cuerpo y saber qué funciona en cada una de nosotras y qué no. Pero la mayoría de la gente sigue insistiendo en que la moda no incomoda y a diario vemos pruebas de ello, así que creo que debemos comenzar a intentar métodos más drásticos: las imágenes de la cruda realidad.

Comencemos con una visión horrenda que tuvimos el pasado sábado en un supermercado. No se imaginan el grito que pegué cuando vi a esta mujer usando algo que no puedo definir, solo mostrarles…

Estemos claros en algo: los minivestidos ajustados están por todas partes (más de lo que deberían, para mi gusto), pero no sé a que horas a las mujeres se les metió la idea de que todas pueden usarlos. Este vestido claramente no le hace ningún favor a la mujer que lo lleva puesto: está demasiado ajustado, demasiado corto y tiene demasiado escote. Y el problema no es solo de quienes tienen kilitos de más. Cada cuerpo, por más delgado que sea tiene sus limitaciones.

La tela tampoco le favorece en absoluto, parece una especie de algodón elástico, por lo que no mantiene su forma, como podemos ver aquí.

¿No creen que nuestra amiga se vería más sofisticada con alguna de estas opciones?

Tengamos en cuenta el clima, por favor. Barranquilla es una ciudad calurosa. Para quienes no lo saben, aquí una temperatura de 32°C no es nada del otro mundo, lo que hace que nos inclinemos más hacia texturas livianas y frescas. Sin embargo, no entiendo la inclinación de algunas mujeres por usar cosas con las que podrían morir de calor. Los leggins por debajo de la falda de la primera foto y las medias en la segunda, ilustran perfectamente mi punto.

No me cansaré de repetirlo: en Barranquilla y las ciudades del Caribe (como Cartagena, Santa Marta, Riohacha, Montería) es un suicidio contra el cuerpo usar vestidos, faldas o short con medias. En esta categoría entran también las botas hasta la rodilla, que pueden verse muy chic en otras partes del mundo, pero aquí no.

Nuestra cámara seguirá atenta para mostrarles la moda de la calle, aunque rezamos todos los días para no tener que encontrar más cosas como estas. Recuerden: de la moda, ¡lo que te acomoda!