Sofía Vergara: preciosa, pero fuera de lugar en la Casa Blanca

Por Melissa Zuleta Bandera.

El pasado 28 de abril se llevó a cabo en Washington la cena anual de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, que congregó a más de 2.300 personas entre políticos, periodistas, magnates y celebridades.

(Pueden agrandar las fotos dando clic en ellas)

Nuestra querida Sofía Vergara (pues sí, para Jen y para mí es muy querida), asistió con un hermoso vestido David Meister con escote corazón y falta en corte A, en una tela con una textura sutil y un detalle de cristales en la cintura. Completó el look con pumps y clutch negros. Perfecta. Pero para otra ocasión.

A pesar de lo mucho que la queremos, parece que a Sofía no le avisaron que era un evento de gala al que se asiste con vestidos largos, como lo hicieron la mayoría de las otras celebridades invitadas.

Otras que cometieron el mismo error fueron Alicia Keys (en un vestido de Diane von Furstenberg color mostaza y –guácatelas– calzas negras), Eva Longoria (en una intricada creación de Marchesa) y Mary J. Blige (que no sabemos de dónde sacó el vestido, pero entre la tela satinada, el brillo en el cuello y los pumps rojos, no pudo verse más fuera de lugar).

Pero no todo son malas noticias. Algunas asistentes acertaron con sus atuendos. Entre ellas, destacamos a Charlize Theron en Emilio Pucci: un vestido de mangas largas y sin escote, pero que dejaba parte de la espalda descubierta, era lo suficientemente recatado para el evento, sin ser aburrido. Y la combinación nude-encaje negro le queda muy bien por su color de piel.

También se decidieron por mangas largas Kate Hudson en Jenny Packham (se ve como un sueño con esas lentejuelas moradas: divertida y radiante, sin desentonar) y Kerry Washington en Calvin Klein (líneas simples y un color radiante que contrasta con su piel; hermosa).

A diferencia de otras alfombras rojas, en esta ocasión las actrices y cantantes se lucieron.

Reese Witherspoon optó por un vestido negro Monique Lhuillier para lucir su creciente barriga, con un detalle de nudo en el pecho y el cabello recogido en un peinado sencillo que dejaba ver un par de aretes color turquesa. Una combinación ganadora que Angelina Jolie ha dominado a la perfección.

También de negro fue Elle MacPherson (vestido de Romona Keveza con un corpiño voluminoso que le quedaba como un guante) e Ivanka Trump (regia con un vestido de Naeem Khan que a pesar de la cantidad de brillo, no desentonaba).

Por el lado de los rojos estuvieron Viola Davis en Amsale (un vestido estructurado y apropiado para la ocasión) y Elizabeth Banks, que se lleva las palmas por el mejor uso del color: el vestido Antonio Berardi hace maravillas por su piel.

 

Finalmente, de las mejor vestidas destacamos a un par que optaron por el blanco en dos formas completamente diferentes. La modelo rusa Irina Shayk asistió a la cena con un enterizo blanco con detalles en cadenas doradas. Si alguien me hubiera dicho eso antes de ver las fotos, hubiera dicho “peló el cobre”, pero la mujer la sacó del estadio y se veía como un millón de dólares.

Por último, Ginnifer Goodwin se vio celestial con un vestido de la línea eco-amigable de H&M, que costó –lean bien– solo 300 dólares. Esa mujer es oficialmente mi heroína.

Ni sí, ni no.

1. Dakota Fanning se atuvo a lo conocido para esta alfombra roja (qué raro) con un vestido Prada color azul cielo de mangas largas y detalles en cristales. Predecible y no tan bonito como otros que ha usado.
2. De lejos, el vestido de Nina Dobrev parece un sueño etéreo en rosa pálido, pero de cerca, hay algo que no funciona con el corpiño en X, y el collar no le pega ni con el pelo.
3. La primera vez que vi el vestido Naeem Khan de Leslie Mann lo odié. La segunda, lo amé. La tercera, lo volví a odiar. La cuarta…bueno, ya entendieron.

No, no y no.

El consuelo de los que queremos a Sofía es que hubo celebridades que fueron peor vestidas que ella.

La primera, Lindsay Lohan, que no atinó esta vez tampoco. Se fue a lo seguro con un (al parecer) bonito y sencillo vestido negro con cuello halter. Pero no. De cerca, el vestido se ve mal confeccionado y arrugado, y un muy escotado para la ocasión. Y a pesar de que al fin volvió a su cabello rojo (como mejor le queda) fue opacado por el desastre que es su cara: labios demasiado inflados y en general, aspecto de cansancio (dijeron que perdió el vuelo la noche anterior por andar de parranda, lo cual fue desmentido. Pero mi conclusión es que ella tiene mal gusto, y eso no se le quita ni sobria).

Sobre Claire Danes, solo tengo una cosa que decir: no entiendo los retazos de tela que lleva en el pecho.

Por otro lado, yo creo que todo el terciopelo debe desaparecer de la faz de la tierra. Y el vestido de Kim Kardashian no es la excepción.

Estimada Malin Akerman: solo porque sea vintage (Odicini Couture) no significa que está bien. Está mal. Muy mal.

Oh, Rosario Dawson (me encanta cómo los gringos dicen su nombre: rosóriou dóson), ¿para dónde pensaste que ibas con ese escote? ¡Absolutamente inapropiado!

Y por muy adorable que sea Zooey Deschanel, el vestido Oscar de la Renta se pasa de tiernito. Parece una niña de 14 años.

Mención especial.

Para la primera dama Michelle Obama en Naeem Khan, quien no pudo estar mejor vestida.

Pero nada de esto tiene gracia si ustedes no nos dan su opinión al respecto, ¡comenten!