¡No seas una vitrina ambulante!

Por Tabatta.

Soy de las primeras en ofenderse cuando la gente del interior nos llama “corronchos”, pero ante la desbordada cantidad de mujeres y, por qué no decir, también de hombres muy mal vestidos en las calles, estoy empezando a creer que tienen algo de razón.

De moda sé muy poco o tal vez nada. Como la mayoría de personas que lee este tipo de blogs, ando buscando información que me conduzca a mejorar mi estilo y siempre consulto las cosas sobre las que en algún momento siento dudas antes de  salir a la calle, cometiendo cualquier barbaridad en mi vestuario.

Como una muestra de mal gusto y de ‘corronchería’, algunas se han apropiado  el concepto de ‘Color block’ y hacen combinaciones que visualmente se ven bien, pero llegan a ser algo tan repetitivo en las calles, centros comerciales y hasta en las páginas sociales de las revistas, que parecen fotocopias unas de las otras, solo por ponerse algo que está a la moda.

Con esta fiebre de colores, se da cada combinación impensable, y en las calles se hacen  realidad ante nuestros ojos cualquier atrocidad caminante que desfila sin control ni el más mínimo asomo de vergüenza. En algunos momentos pienso que hasta presas deberían meterlas por causarle ese atentado a nuestras retinas, o por lo menos las mías sufren todo los días y les pregunto a mis amigas  ¿Cómo salen vestidas así de la casa? ¿Lo hacen a propósito? ¿O no tienen espejos? ¿No tienen alguien que las quiera de verdad  y les diga lo horrible que se ven?

Al ser una ciudad caribeña, nos permitimos opciones al vestir y también mucho color, pero no es necesario convertirse en una vitrina ambulante y colocarse todo lo que está de moda en una sola pinta.

Esto más que una crítica es un llamado a la cordura, sé que esos colores tan lindos y en algunos casos hasta psicodélicos pueden afectar nuestro cerebro, pero no hay que exagerar al vestirnos y tener presente que no siempre  mucho es mejor  y más lindo, pero sobre todo hay que evitar a toda costa confirmar con nuestro vestuario ese calificativo tan feo de “corronchos”.

Por último les dejo una recomendación sobre cómo, en mi humilde opinión, podríamos usar esta moda a nuestro favor.