Por Jeniffer Varela R.
Hace más de 30 años, Nohora Loza, una ingeniera industrial
bumanguesa, aprendió las técnicas más importantes y lujosas de la marroquinería
de mano de empresarios italianos. Al pensar en independizarse, utilizó todos
estos conocimientos (enseñados por verdaderos maestros en el oficio) para
fundar su propia marca, pensada para convertirse en sinónimo de lujo
colombiano. Así nació Nora Lozza.
Bolsos Heráldica, íconos de Nora Lozza.
A la marca, conocida antes como First Class, la conocí hace
poco más de un año a través de mis blogueras nacionales favoritas y de
inmediato admiré su delicado trabajo y
sus intrincados detalles. Hace un par de semanas, fui una de las afortunadas
invitadas a Bucaramanga para conocer más de cerca la compañía, en el marco de
la pasarela ‘Bucaramanga, corazón de la moda’.
El regalo de la Agencia Elemento, que maneja
las RR.PP de la marca. ¡Gracias!
En la jornada tuvimos un ameno almuerzo con Nohora y su hija
Catalina, quien desde hace tres años se encarga de la dirección creativa de la
marca, y en donde nos contaron la historia de su empresa, el trabajo social que
realizan y sus proyecciones para el futuro. Hasta el día de hoy han apoyado a
casi todos los empleados de su fábrica a mejorar sus condiciones de vivienda y
se plantean una remodelación de su imagen (incluidos sus locales) para el
próximo año.
De izquierda a derecha: Tatiana Moreno, Catherine Villota, Juan Diego
Perdomo, Catalina Marín, Nohora Lozza, Jen y Pilar Bolívar.
Nohora y su hija Catalina, ¡dos mujeres adorables y talentosas!
La idea de Nora Lozza es llegar a ser sinónimo de lujo
nacional. Nohora cree que así como la gente se enorgullece de tener un bolso de
gran firma internacional puede estarlo con uno de su marca, pues está trabajado
con grandes estándares de calidad. “Es posible llegar a ser en Colombia y Latinoamérica lo que significa Louis Vuitton para los
europeos, por ejemplo”.
Antes de llegar al desfile (en el que también estuvieron
Vásquez & García y Silvia Alfonzo) hicimos una visita muy especial al sitio
donde ocurre la magia, donde todo empieza.
Allí pudimos ver el proceso manual que lleva cada pieza,
desde bolsos hasta monederos pasando por estuches para el iPad, billeteras etc.
El cuero presente en todo. Naturales, tratados con tinturas o placas metálicas,
todos al alcance de nuestras manos. Parecíamos niños en una dulcería.
Las empleadas de la fábrica y el amor que profesan por su
trabajo y la marca son de admirar. Definitivamente, lujo artesano hecho con
amor. Hablan de la empresa como suya, porque así lo sienten. Y eso se refleja,
sin duda, en el producto final.
Luego de la visita a la fábrica fuimos al hotel a cambiarnos
para la pasarela de Bucaramanga, corazón de la moda. El desfile inició con una
pasarela de los chicos de Vasquez y García en el que me enamoré de muchas
piezas. Pese a que faltó un poco más de cohesión a la colección se aprecia el
talento de este par de muchachos. Con Silvia Alfonzo el enamoramiento fue menor,
pero hay varias piezas muy agradables dentro de lo que presentó y es notable el
trabajo con los estampados.
Piezas de Silvia Alfonzo.
Piezas presentadas por Vásquez y García.
¡Necesito el pantalón azul para vivir!
En cuanto a Nora Lozza, ¿qué les puedo decir? Que Tati Moreno
y yo queríamos saltar a la pasarela ¡a llevarnos todo!
La colección ‘Dualidad violeta’
muestra una marca que se reinventa sin dejar a un lado los elementos que le han
dado éxito. Está inspirada, como nos contó Catalina, en los colores del
atardecer, que pueden ser distintos dependiendo de por dónde se los mire. Por
esa razón aquí vemos tonos metálicos que cambian con la luz, mucho dorado, azul
y naranja, colores clásicos del otoño.
La colección estará disponible
desde noviembre en las tiendas e incluye también una reinvención de varias de
sus piezas más conocidas, como el Heráldica que vendrá con troquelados y
¡taches!