Por Melissa

MTV Movie Awards. Música + Películas + Alfombra roja. Saben lo que va a pasar, desastres a diestra y siniestra. Y uno que otro vestido bello.


Nos gustan estos premios, sobre todo por las que se equivocan, pero siempre se rescata algo, como en todo evento de celebridades.

En cuanto a los premios como tal, sentimos que le faltó algo absolutamente loco y ridículo (es decir, faltó Lady Gaga), y en serio, Conan O'Brien me pareció de todo menos chistoso.

Pero entremos en materia. Empecemos por lo bonito.

Las mejores

Zendaya Coleman en Emanuel Ungaro

No tengo absolutamente ninguna queja sobre este atuendo, y eso me sorprende a mí misma. Creo que es el epítome de un evento MTV: llamativo, impactante, demanda tu atención, algo fuera de lo común, pero aun así favorecedor.

Jessica Alba en falda de Kenzo

Suspiré apenas la vi. Se ve increíblemente adorable, pero no demasiado juvenil, solo lo suficiente para este tipo de eventos. De ella agrada que siempre está perfectamente pulida. Como me conocen, saben que hubiera preferido mil veces que ese no fuera un cropped top sino un top strapless normal, pero no se puede tener todo en esta vida.

Lupita Nyong’o en Chanel

Uno tiene que tener alguna especie de superpoder para ponerse un vestido tan extraño y aun así verse espectacular. Esta mujer no es de este mundo. Si nos ponemos a descomponer el look tal vez lo odiemos, pero preferimos quedarnos con la imagen completa de esta bellísima mujer. Creo que le cambiaría la terminación y la haría más recta y rígida, pero ya, eso es todo.

Amanda Seyfried en Saint Laurent

Lo amamos todo. La chaqueta, la falda, la blusa, el maquillaje mínimo y hasta el peinado de estúpida de Nicole Kidman. Todo funciona armoniosamente, es favorecedor y suficientemente extraño para una entrega de premios de MTV.

Leslie Mann en Juan Carlos Obando

Loooooove it. Amamos los puntos, la silueta, la soluta de la tela y los zapatos en color contrastante. Es simple pero impacta. ¿Por qué todas no pueden hacer lo mismo?

Peores

Holland Roden en Salvatore Ferragamo

Ella es de extremos. O brilla, o se estrella. Esta vez queda claro cuál de las dos posibilidades resultó. El vestido, además de que no tiene ninguna forma (en serio, ninguna), tiene el color más triste sobre la faz de la tierra. Ni el fucsia de sus labios y tacones (feos, por cierto) lo salvan.

Iggy Azalea en John Galliano

Esto no tiene salvación por varios motivos: el largo la hace ver extremadamente bajita, sumamos las caderas y se ve deforme y desproporcionada, y finalmente los zapatos SON LA COSA MÁS HORROROSA QUE EL MUNDO HA VISTO JAMÁS. Parecen de una desafortunada caricatura.

Bella Thorne en Versace

Esto es sencillamente feo. Y lo peor es que era tan fácil que no lo fuera. Solo tenían que hacerlo todo drapeado y olvidarse de ese top floreado extraño y el consiguiente agujero bajo el busto. Ya, un vestido decente.

Las que casi lo logran

Shailene Woodley en Balmain

Aún no sé pronunciar su nombre pero sí sé que esto quiso ser genial pero no lo logró. La idea, a grandes rasgos, es muy buena, al igual que el color, pero hay que admitir que ese nudo se tiró TODO EL LOOK. Aún así, creo que esta chica tiene buenos instintos, solo necesita pulirlos.

Rihanna en Ulyana Sergeenko

Rihanna está lista…pero para grabar un comercial de perfume: sensual y seductora, en ropa interior revolcándose en una cama y demasiado maquillada. Con todo y eso, logró algo que no consigue en el 95% de sus apariciones públicas: SE VE LIMPIA. Y ya sabemos cómo le cuesta eso a ella. Es un logro personal pero sigue viéndose ridícula, aún para los MTV Movie Awards, por eso la pusimos en esta categoría.

Nicki Minaj en Alexander McQueen

Mismo caso de Rihanna: es un logro personal. Nada de pelucas de colores ni ropa estrafalaria. Solo negro y dorado, muy bien. Obviamente, es ella, y si la sacas del contexto y no tienes en cuenta sus antecedentes, se ve algo grotesca y vulgar (exceso de pulsos dorados y cejas tatuadas…). Pero se le perdona. Eso sí, aún no comprendo su cuerpo, parece una de esas mujeres que se inyectan aceite de cocina en las caderas, no tiene ningún sentido.

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Por Jen

Este post es rápido y aun así se demoró mucho en aparecer. Pero aquí está: un vistazo al hermoso vestido que llevé a la alfombra roja de los Premios TVyNovelas 2014.
Fotos John Paz y Carolina Vergara (porque mi
celular estaba dañado ese día :P)

Este año, por cuestiones laborales estuve en el evento presentando la transmisión en vivo y entrevistando a los asistentes. Y apenas me dijeron que debía estar allí pensé en el vestido perfecto, así que recurrí a mi adorado Juan Pablo Socarrás para que me vistiera adecuadamente para la ocasión. 
El vestido escogido fue este modelo de lentejuelas plateadas y escote en la espalda, que amé apenas me puse. Me hizo sentir como una estrella, y mucha gente me lo hizo saber así con sus comentarios. No era pesado y era muy sencillo de llevar. ¡Gracias a Dios no hizo mucho frío ese día, porque de lo contrario me hubiera congelado!
Como el vestido es llamativo por si solo, decidí que los accesorios debían ser pocos y sencillos: aretes de plata de Calvin Klein y un par de mis anillos favoritos (aquí confieso que usé dos, me sentía la mano desnuda con uno solo pequeñito). Para el maquillaje y peinado recurrimos al Salón Ricardo Plata, donde uno de sus estilistas siguió mi pedido de enfocar el maquillaje en mis ojos y hacerme un peinado desaliñado (que terminó más despeinado de lo deseado al final, pero nada que hacer).


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Por Melissa Zuleta Bandera

Fotos El Heraldo.

Plataforma K nos genera sentimientos encontrados. Por un lado, tenemos un arraigado sentido de pertenencia con la feria, pues es la única de su magnitud en nuestra ciudad y la más importante del Caribe colombiano, sin lugar a dudas. Gracias a ella dimos nuestros primeros pasos en el periodismo de moda y tuvimos nuestro primer acercamiento a una verdadera pasarela.

Por otro lado, no podemos evitar un sentimiento de desasosiego, una especie de vacío. Sentimos que la feria no crece cada año, sino que está de alguna manera estancada. Vienen cada año más compradores y se cierran más negocios, sí, pero al parecer no es para todos los participantes de la rueda (escuchamos que algunos de los compradores eran los mismos de otras ferias).

En todo caso, siempre rescatamos algo: el descubrimiento (o redescubrimiento) de propuestas diferentes y novedosas entre los diseñadores y marcas invitados, algunos de ellos en pasarela.

Este año sin duda lo más grato de los dos días de feria fue el cierre con Leal Daccarett. Teníamos altas expectativas con esta colección y el dúo las superó todas. Fue precisamente Barranquilla –donde nació Karen Daccarett–, sus inmigrantes y herencia árabe la fuente de inspiración.


“Barranquilla siempre ha estado presente en la marca Leal Daccarett. Es toda la llegada de los barcos con los inmigrantes, sobre todos los árabes, todo el color y la cultura caribe que ellos empezaron a adoptar y todo lo que traían para darle a la ciudad”, contó Karen.


La colección, caracterizada por estructuras fuertes y a la vez telas fluidas y con vuelo, estuvo llena de detalles que apelan a las casas más tradicionales de la ciudad. “Con las estructuras tratamos de hacer un poco los pisos de las casas del viejo Prado, el mosaico árabe, y lo mismo con todos los bordados y los rosetones”, explicó Francisco Leal, la otra mitad de este dúo creativo.


La mujer Leal Daccarett, absolutamente impecable, se vistió con estampados de rayas y flores, telas satinadas, bordados, drapeados delicados y tejidos rígidos, acompañados de apliques de distintos tamaños hechos con cuentas con forma de ojo, y terminaciones geométricas en tops.


La colección logró mantenerse coherente, considerando la variedad de prendas y siluetas que la compusieron: faldas largas y voluminosas, crop tops, faldas tubo, shorts, blazers, vestidos largos y de coctel, pantalones y variedad de chalecos. Todo ello para lograr reflejar la influencia de tantas culturas que se asentaron en Barranquilla. 

Por su parte, Lina Cantillo, encargada de cerrar las pasarelas del primer día, también tomó una parte de esta ciudad para inspirarse: el fresco de Alejandro Obregón en la Plaza de la Aduana le dio los colores tenues y neutros a la colección ‘Un día en la vida de…’.


Las prendas respondieron perfectamente a esa premisa: desde que se levanta con una “bata de dormir”, pasado por camisetas y bermudas para la playa, pantalones, camisas de vestir y chaquetas para el trabajo y los impecables trajes para los eventos nocturnos.


El hombre de Lina Cantillo es siempre pulcro y elegante, y esta vez se vio con toques asiáticos en los cortes de las chaquetas. La diseñadora incluso probó con materiales poco comunes (pero poco a poco más conocidos) como el spacer.

Lina Cantillo.

No muy lejos estuvo Jon Sonen con ‘Río’, colección inspirada en la cultura de Brasil. Esta la reflejó con colores brillantes, siluetas ajustadas (como acostumbra) y una puesta en escena con capoeira.


Se valió de algunos de sus amigos “famosos” (el arquero del Junior Sebastián Viera, los actores Pedro Palacio y Émerson Rodríguez, el empresario y modelo Juan Del Mar y el llamado “doble de Falcao”, Andrés Carvajal) para celebrar los 15 años de su marca. Aunque a algunos les pareció de mal gusto la algarabía que formaron las mujeres del público cuando salieron esos “modelos”.


Independientemente de eso, Jon Sonen no decepciona. Sus cortes precisos e impecable confección son innegables y un verdadero placer para los ojos.


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