“Yo celebro la libertad y empodero a la mujer”: entrevista con Diane von Fürstenberg
Por Melissa Zuleta Bandera
Trabajar en prensa tiene sus ventajas. Una de ellas, indudablemente, es tener la oportunidad de interactuar con personas que admiras y cuyo trabajo has seguido.
Esta vez tuve el privilegio, gracias al medio en el que trabajo, de entrevistar telefónicamente a la gran Diane von Fürstenberg, algo que nunca imaginé posible.
Nacida en Bélgica y consagrada en Estados Unidos, DVF no solo ha logrado permanecer vigente a lo largo de los años, sino que ha construido un imperio que viste a las princesas y reinas del mundo con la misma gracia y elegancia que a una mujer común.
Además de su increíble trayectoria, su aporte a la historia de la moda (no olvidemos que su wrap dress es un ícono universal) y su trabajo filantrópico, elementos que la han ubicado entre las mujeres más poderosas del mundo, me sorprendió su amabilidad y atenta forma con la que atendió al grupo heterogéneo de periodistas que charlábamos con ella.
Nos saludó a cada uno y a nuestros países con el cariño con que se le habla a un viejo amigo, desde el inicial “Helloooo! This is Diaaane!” hasta la confesión de que lo más importante que la industria de la moda le ha dado, luego de más de 40 años de carrera, es una voz con la cual hablar por aquellos que no la tienen.
Esta es la entrevista que salió por primera vez publicada en el diario para el cual trabajo y que hoy comparto con ustedes, una experiencia que atesoraré siempre.
¿Cómo nació la idea de House of DVF?
Mucha gente me dijo por años que hiciera un programa de televisión pero cada idea era terrible y ninguna me gustaba. Pero hace unos dos años estábamos en una reunión de mercadeo y decidimos que sería bueno como compañía traer nuevas chicas, jóvenes comunes, entre los 20 y 25 años, y entrenarlas para ser embajadoras de la marca alrededor del mundo. Y cuando tuvimos esa idea de pronto pensé: “oh, esto debería ser un programa de televisión: cómo encontramos a esa chica”.
¿Qué debe tener una persona para ser embajadora de DVF?
Tiene que tener buenos modales, estilo, ser trabajadora, amar la marca y entender lo que esta defiende. Tiene que ser lista y gustarle lo que vende, ser ella misma pero en un modo que se ajuste con la esencia de la marca: fluida, sexy y siempre en marcha. Le debe gustar viajar, reunirse con clientes, saber hacer una entrevista y verse bien, todo eso.
¿Qué cree que aprendieron las participantes durante el programa?
Ocho chicas llegaron y solo una se convirtió en embajadora de marca, pero todas han cambiado con esta experiencia, todas se volvieron personas más seguras e independientes y todas permanecieron en contacto conmigo, así que fue una gran experiencia con todas ellas. Ya sea que hayan ganado o no, todas aprendieron. Yo amo ese momento mágico en la vida de las jóvenes, entre los 20 y 25 años, en el que todo puede pasar. Todas las puertas están frente a ti, y no sabes cuál va a ser al que te cambie la vida. De todos los momentos de mi vida, esos años son los que más recuerdo, así que a pesar de que soy mucho mayor, realmente puedo identificarme con ese momento de la vida de una mujer.
¿Qué opina del auge que han tenido ciertas blogueras de moda en la industria?
El mundo nunca será el mismo: el internet marcó un antes y un después. Todo ha cambiado, todo el mundo tiene una voz. Puede ser bueno y puede ser malo, por eso las revistas no están muy seguras de cómo manejarlo. Nadie realmente lo sabe, pero yo creo que es algo bueno. Todo el mundo se llama a sí mismo “bloguero”, eso no significa que mucha gente los vaya a escuchar, pero algunos se las arreglan para tener una voz más fuerte que otros y la empiezan a usar como un negocio, y parten de ahí.
¿Es diferente vestir mujeres de la realeza y mujeres normales?
Las princesas son mujeres también. La reina Matilde de Bélgica, mi reina, usa mi ropa, al igual que la princesa María de Dinamarca y la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama. Es algo muy halagador ver a tantas mujeres diferentes y con distintos orígenes usando mi ropa.
¿Cómo ve el estado de la mujer en el mundo actual?
Creo que deberíamos estar mejor. Creo que el estado de la mujer en el mundo en este momento no es muy bueno, por cosas como las que pasan en África y el Medio Oriente. Es terrible y creo que tenemos que unirnos porque cuando el mundo ataca a la mujer, no es una buena señal.
¿Qué le da DVF a la mujer?
Siempre digo que yo celebro la libertad, empodero a la mujer y vendo confianza; es lo que trato de hacer con mi ropa y con todo lo que hago. El punto es hacer que una mujer se sienta más segura, ya sea usando un vestido para trabajar o un traje de noche. Si he hecho alguna contribución a la moda, es esa.
¿Cuál fue el mayor reto que enfrentó en su carrera?
La verdad es que en cada nivel y en cada momento tienes retos, eso es lo que le digo a los jóvenes diseñadores. Tienes grandes retos cuando empiezas, y luego te haces más grande y tienes retos diferentes, y luego llegas a la cima y tienes otros retos, nunca se detienen. Lo único que fue diferente para mí, porque siempre manejé mi propio negocio, incluso cuando era muy pequeño, es que nunca tuve un jefe ni tuve que trabajar en una estructura corporativa. Y también, como era el negocio de la moda, que está muy rodeado de mujeres, yo personalmente nunca sentí que ser una mujer fuera una desventaja.
Comenzó su carrera con la intención de ser una mujer independiente, y hoy en día está en la lista de las mujeres más poderosas del mundo...
Es solo una lista. Es muy lindo cuando la gente te lo dice y luego te olvidas de eso. Lo que sí creo que es importante cuando te vuelves exitoso es que logras dos cosas: te vuelves independiente financieramente y logras tener una voz, y cuando la tienes, puedes hacer mucho con ella. La gente que tiene una voz tiene el deber, pero también el privilegio, de usarla por aquellos que no tienen.
¿Cuál ha sido la mejor parte de hacer este programa?
La mejor parte fue divertirme con las chicas, pero lo más importante fue poder pasarles algunos mensajes significativos. La mayor satisfacción desde entonces ha sido recibir correos electrónicos y cartas de mujeres diciendo “gracias a tu programa me acerqué nuevamente a mi hija adolescente, porque lo vemos juntas”.
¿Cuál es la clave para mantenerse relevante en una industria que tiende a olvidar?
Tienes que rodearte de gente joven, ser curiosa y cuestionarte a ti misma todos los días. Es por eso que ahora, en la tercera parte de mi carrera, estoy realmente intentando organizar las cosas para que, con suerte, la marca se mantenga relevante luego de que yo ya no esté.
¿Cómo es su relación con la tecnología?
Me encanta la tecnología. Tuve la suerte de ser suficientemente mayor para bailar en Studio 54 y suficientemente joven para hacer parte de la revolución digital. Mi iPad es mi mejor amiga.
Trabajar en prensa tiene sus ventajas. Una de ellas, indudablemente, es tener la oportunidad de interactuar con personas que admiras y cuyo trabajo has seguido.
Esta vez tuve el privilegio, gracias al medio en el que trabajo, de entrevistar telefónicamente a la gran Diane von Fürstenberg, algo que nunca imaginé posible.
Nacida en Bélgica y consagrada en Estados Unidos, DVF no solo ha logrado permanecer vigente a lo largo de los años, sino que ha construido un imperio que viste a las princesas y reinas del mundo con la misma gracia y elegancia que a una mujer común.
Además de su increíble trayectoria, su aporte a la historia de la moda (no olvidemos que su wrap dress es un ícono universal) y su trabajo filantrópico, elementos que la han ubicado entre las mujeres más poderosas del mundo, me sorprendió su amabilidad y atenta forma con la que atendió al grupo heterogéneo de periodistas que charlábamos con ella.
Nos saludó a cada uno y a nuestros países con el cariño con que se le habla a un viejo amigo, desde el inicial “Helloooo! This is Diaaane!” hasta la confesión de que lo más importante que la industria de la moda le ha dado, luego de más de 40 años de carrera, es una voz con la cual hablar por aquellos que no la tienen.
Esta es la entrevista que salió por primera vez publicada en el diario para el cual trabajo y que hoy comparto con ustedes, una experiencia que atesoraré siempre.
¿Cómo nació la idea de House of DVF?
Mucha gente me dijo por años que hiciera un programa de televisión pero cada idea era terrible y ninguna me gustaba. Pero hace unos dos años estábamos en una reunión de mercadeo y decidimos que sería bueno como compañía traer nuevas chicas, jóvenes comunes, entre los 20 y 25 años, y entrenarlas para ser embajadoras de la marca alrededor del mundo. Y cuando tuvimos esa idea de pronto pensé: “oh, esto debería ser un programa de televisión: cómo encontramos a esa chica”.
¿Qué debe tener una persona para ser embajadora de DVF?
Tiene que tener buenos modales, estilo, ser trabajadora, amar la marca y entender lo que esta defiende. Tiene que ser lista y gustarle lo que vende, ser ella misma pero en un modo que se ajuste con la esencia de la marca: fluida, sexy y siempre en marcha. Le debe gustar viajar, reunirse con clientes, saber hacer una entrevista y verse bien, todo eso.
¿Qué cree que aprendieron las participantes durante el programa?
Ocho chicas llegaron y solo una se convirtió en embajadora de marca, pero todas han cambiado con esta experiencia, todas se volvieron personas más seguras e independientes y todas permanecieron en contacto conmigo, así que fue una gran experiencia con todas ellas. Ya sea que hayan ganado o no, todas aprendieron. Yo amo ese momento mágico en la vida de las jóvenes, entre los 20 y 25 años, en el que todo puede pasar. Todas las puertas están frente a ti, y no sabes cuál va a ser al que te cambie la vida. De todos los momentos de mi vida, esos años son los que más recuerdo, así que a pesar de que soy mucho mayor, realmente puedo identificarme con ese momento de la vida de una mujer.
¿Qué opina del auge que han tenido ciertas blogueras de moda en la industria?
El mundo nunca será el mismo: el internet marcó un antes y un después. Todo ha cambiado, todo el mundo tiene una voz. Puede ser bueno y puede ser malo, por eso las revistas no están muy seguras de cómo manejarlo. Nadie realmente lo sabe, pero yo creo que es algo bueno. Todo el mundo se llama a sí mismo “bloguero”, eso no significa que mucha gente los vaya a escuchar, pero algunos se las arreglan para tener una voz más fuerte que otros y la empiezan a usar como un negocio, y parten de ahí.
¿Es diferente vestir mujeres de la realeza y mujeres normales?
Las princesas son mujeres también. La reina Matilde de Bélgica, mi reina, usa mi ropa, al igual que la princesa María de Dinamarca y la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama. Es algo muy halagador ver a tantas mujeres diferentes y con distintos orígenes usando mi ropa.
¿Cómo ve el estado de la mujer en el mundo actual?
Creo que deberíamos estar mejor. Creo que el estado de la mujer en el mundo en este momento no es muy bueno, por cosas como las que pasan en África y el Medio Oriente. Es terrible y creo que tenemos que unirnos porque cuando el mundo ataca a la mujer, no es una buena señal.
¿Qué le da DVF a la mujer?
Siempre digo que yo celebro la libertad, empodero a la mujer y vendo confianza; es lo que trato de hacer con mi ropa y con todo lo que hago. El punto es hacer que una mujer se sienta más segura, ya sea usando un vestido para trabajar o un traje de noche. Si he hecho alguna contribución a la moda, es esa.
¿Cuál fue el mayor reto que enfrentó en su carrera?
La verdad es que en cada nivel y en cada momento tienes retos, eso es lo que le digo a los jóvenes diseñadores. Tienes grandes retos cuando empiezas, y luego te haces más grande y tienes retos diferentes, y luego llegas a la cima y tienes otros retos, nunca se detienen. Lo único que fue diferente para mí, porque siempre manejé mi propio negocio, incluso cuando era muy pequeño, es que nunca tuve un jefe ni tuve que trabajar en una estructura corporativa. Y también, como era el negocio de la moda, que está muy rodeado de mujeres, yo personalmente nunca sentí que ser una mujer fuera una desventaja.
Comenzó su carrera con la intención de ser una mujer independiente, y hoy en día está en la lista de las mujeres más poderosas del mundo...
Es solo una lista. Es muy lindo cuando la gente te lo dice y luego te olvidas de eso. Lo que sí creo que es importante cuando te vuelves exitoso es que logras dos cosas: te vuelves independiente financieramente y logras tener una voz, y cuando la tienes, puedes hacer mucho con ella. La gente que tiene una voz tiene el deber, pero también el privilegio, de usarla por aquellos que no tienen.
¿Cuál ha sido la mejor parte de hacer este programa?
La mejor parte fue divertirme con las chicas, pero lo más importante fue poder pasarles algunos mensajes significativos. La mayor satisfacción desde entonces ha sido recibir correos electrónicos y cartas de mujeres diciendo “gracias a tu programa me acerqué nuevamente a mi hija adolescente, porque lo vemos juntas”.
¿Cuál es la clave para mantenerse relevante en una industria que tiende a olvidar?
Tienes que rodearte de gente joven, ser curiosa y cuestionarte a ti misma todos los días. Es por eso que ahora, en la tercera parte de mi carrera, estoy realmente intentando organizar las cosas para que, con suerte, la marca se mantenga relevante luego de que yo ya no esté.
¿Cómo es su relación con la tecnología?
Me encanta la tecnología. Tuve la suerte de ser suficientemente mayor para bailar en Studio 54 y suficientemente joven para hacer parte de la revolución digital. Mi iPad es mi mejor amiga.
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