Alejandra Isaac, un nuevo nombre para el diseño colombiano
Por Jeniffer Varela R.
Escuché por primera vez el nombre de Alejandra Isaac en la redacción de ¡HOLA! (revista en la que trabajo), pues estaba encargada de hacer un artículo sobre jóvenes promesas de la industria de la moda colombiana. No la conocía, pero la contacté por teléfono e investigué su trabajo, y debo decir que ha sido por mucho una de las mejores sorpresas que me he llevado últimamente.
Alejandra nació en Sincelejo, pero se fue a vivir con su familia a Miami siendo muy pequeña. Tras graduarse como diseñadora, aceptó la invitación de Amalín de Hazbún para trabajar un tiempo en su taller. La propuesta era por un mes, que se alargó y terminó con la promesa de volver a Colombia y ver crecer su marca de Barranquilla para el mundo. Al principio, esta joven realizaba solo vestidos a medida, especialmente de gala, llenos de una elegancia exquisita y adornados con piedras, bordados y otros detalles sumamente elegantes. Pero la demanda de sus clientas la hizo expandirse y lanzar su primera colección, que ha sido un éxito entre sus clientas.
Pero a pesar de tener piezas previamente pensadas, sigue atendiendo en su taller a las más especiales para hacer piezas a medida. "La gente de aquí disfruta mucho con algo que es específicamente pensado para ellas", nos comentó cuando tuvimos la oportunidad de visitarla en su tienda, que según ella no está terminada aún, pero a nosotros nos pareció adorable.
Es un espacio blanco, ubicado en la carrera 52 con calle 76, en Barranquilla, un sector que ha ido creciendo en los últimos años y que combina gastronomía, moda y compras. El 'showroom' de Alejandra refleja todo lo que es su trabajo como diseñadora: limpio, claro y sin pretensiones, pero hecho para una mujer que está segura de su estilo y de lo que usa. Su colección Resort 2016 está llena de cortes minimalistas balanceados perfectamente con volúmenes en las mangas y su propia interpretación de las tendencias del momento, como el escote Bardot y las faldas lápiz utilizados en piezas para cada ocasión: desde el almuerzo más casual hasta la boda más elegante ¡y vaya que hay bodas en la costa que necesitan sus diseños!
El minimalismo hace parte de su ADN como creadora, coronado con colores neutros en la mayoría de sus diseños. Pero como buena representante del Caribe hace uso del color de una manera muy bella, usando neones en las prendas más formales y diseñando para una mujer que quiere resaltar de amarillo en una fiesta de gala. Por cierto, ese vestido amarillo de organza estampada (sí, leyeron bien, organza), es para suspirar una y otra vez.
Una de los aspectos que más llama la atención de su diseño es la calidad de los insumos que usa, grandes contribuyentes a que el resultado final sea limpio y profesional, algo que mucha gente no esperaría de una jovencita que abrió su negocio hace dos años. Pero lo logra y con creces. Ver uno de sus vestidos es sentir la dedicación en cada detalle y estar seguros de que está a la altura de cualquier diseñador nacional, incluso de muchos con bastante trayectoria por delante. Y ella lo sabe, pero no ha querido apresurarse, sino que va haciendo su camino poco a poco. Luego de consolidarse en Barranquilla llegó a la tienda multimarcas St Dom, en Cartagena, una de las más prestigiosas de la actualidad. Ahora está pensando en Bogotá y en llegar a las vertiginosas ferias de moda nacionales, donde estaremos felices de verla y reafirmar que es uno de los mejores descubrimientos que hemos hecho últimamente.
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Escuché por primera vez el nombre de Alejandra Isaac en la redacción de ¡HOLA! (revista en la que trabajo), pues estaba encargada de hacer un artículo sobre jóvenes promesas de la industria de la moda colombiana. No la conocía, pero la contacté por teléfono e investigué su trabajo, y debo decir que ha sido por mucho una de las mejores sorpresas que me he llevado últimamente.
Fotos: Melissa Zuleta Bandera y cortesía |
Alejandra nació en Sincelejo, pero se fue a vivir con su familia a Miami siendo muy pequeña. Tras graduarse como diseñadora, aceptó la invitación de Amalín de Hazbún para trabajar un tiempo en su taller. La propuesta era por un mes, que se alargó y terminó con la promesa de volver a Colombia y ver crecer su marca de Barranquilla para el mundo. Al principio, esta joven realizaba solo vestidos a medida, especialmente de gala, llenos de una elegancia exquisita y adornados con piedras, bordados y otros detalles sumamente elegantes. Pero la demanda de sus clientas la hizo expandirse y lanzar su primera colección, que ha sido un éxito entre sus clientas.
Pero a pesar de tener piezas previamente pensadas, sigue atendiendo en su taller a las más especiales para hacer piezas a medida. "La gente de aquí disfruta mucho con algo que es específicamente pensado para ellas", nos comentó cuando tuvimos la oportunidad de visitarla en su tienda, que según ella no está terminada aún, pero a nosotros nos pareció adorable.
Es un espacio blanco, ubicado en la carrera 52 con calle 76, en Barranquilla, un sector que ha ido creciendo en los últimos años y que combina gastronomía, moda y compras. El 'showroom' de Alejandra refleja todo lo que es su trabajo como diseñadora: limpio, claro y sin pretensiones, pero hecho para una mujer que está segura de su estilo y de lo que usa. Su colección Resort 2016 está llena de cortes minimalistas balanceados perfectamente con volúmenes en las mangas y su propia interpretación de las tendencias del momento, como el escote Bardot y las faldas lápiz utilizados en piezas para cada ocasión: desde el almuerzo más casual hasta la boda más elegante ¡y vaya que hay bodas en la costa que necesitan sus diseños!
El minimalismo hace parte de su ADN como creadora, coronado con colores neutros en la mayoría de sus diseños. Pero como buena representante del Caribe hace uso del color de una manera muy bella, usando neones en las prendas más formales y diseñando para una mujer que quiere resaltar de amarillo en una fiesta de gala. Por cierto, ese vestido amarillo de organza estampada (sí, leyeron bien, organza), es para suspirar una y otra vez.
Tengo un serio enamoramiento con este vestido. Serio. |
Una de los aspectos que más llama la atención de su diseño es la calidad de los insumos que usa, grandes contribuyentes a que el resultado final sea limpio y profesional, algo que mucha gente no esperaría de una jovencita que abrió su negocio hace dos años. Pero lo logra y con creces. Ver uno de sus vestidos es sentir la dedicación en cada detalle y estar seguros de que está a la altura de cualquier diseñador nacional, incluso de muchos con bastante trayectoria por delante. Y ella lo sabe, pero no ha querido apresurarse, sino que va haciendo su camino poco a poco. Luego de consolidarse en Barranquilla llegó a la tienda multimarcas St Dom, en Cartagena, una de las más prestigiosas de la actualidad. Ahora está pensando en Bogotá y en llegar a las vertiginosas ferias de moda nacionales, donde estaremos felices de verla y reafirmar que es uno de los mejores descubrimientos que hemos hecho últimamente.
Algunas de las texturas en los diseños de Alejandra. Un trabajo muy bien hecho. |
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