Bogotá Fashion Week: nuestro top 5
Por Jeniffer Varela R.
La semana pasada (bueno, cuatro días de la semana que pasó) se lllevó a cabo la segunda edición de Bogotá Fashion Week, la feria de moda que llenó un hueco en la industria en la capital, que se había quedado sin evento de moda por un tiempo. La edición anterior presentó la novedad de desfiles en el aeropuerto y este año, seis meses después, la locación se movió al Museo del Chicó, con algunos 'performances' aún en El Dorado.
Apartando la polémica que se ha suscitado desde que finalizó el evento y de la que hablaremos en otro post esta semana, creemos firmemente que cuando se trata de moda colombiana hay que destacar primero lo bueno. Porque no es fácil hacer moda de calidad en este país, y vaya que en estos tres días pudimos ver calidad. Fueron muy pocos los detalles con los que discrepamos y realmente las colecciones estuvieron a la altura de un evento en la capital del país. Pero como no podemos extendernos en prosa porque qué aburrido, vamos a mostrarles nuestras cinco favoritas, las colecciones que nos robaron el corazón y que demostraron el buen nivel de nuestra industria nacional.
La última vez que vimos en vivo una colección de Isa fue en Colombiamoda, donde nos demostró que el negro puede ser un arma muy poderosa. En esta ocasión decidió combinarlo con una novedad en su paleta de color: el rojo. Y no solo fue una mezcla llena de poder, sino que demostró que la audacia es uno de los mejores componentes a la hora de crear. 'Ambassador' comenzó con una aclaración sobre el efecto que la música tiene sobre las personas, y a ritmo de un fuerte 'Bitch better have my money' vimos prendas con aires deportivos como chaquetas tipo 'bomber', gorras y vestidos camiseros, además de otros mucho más chic como faldas lápiz y blusas con escotes profundos (que quiero tener en mi clóset ya).
Fue la verdadera mezcla de dos mundos y el resultado no solo fue visualmente atractivo, sino bien balanceado y práctico. Bravo por Isabel, que sigue demostrando una capacidad madura de crear, que no choca con lo que realmente se vende. Yo por mi parte quiero todo, ¡todo!
Shorts, blusas vaporosas y vestidos con vuelo que dieron paso a tonalidades como el azul zafiro (también metalizado) y al vino, que se presentó en vestidos largos. Lo más atractivo de la propuesta, además de una musicalización excelente, fue el aire comercial: piezas que no solo puedes usar para cualquier ocasión, sino que se ven bien hechas y resultan una verdadera inversión, una inversión en moda colombiana.
Y si la espectacular puesta en escena fuera poco, las piezas también quitaban el aliento. Piezas sencillas con detalles como cortes láser, borbados o estampados, además de faldas y vestidos ensoñadores aderezados por manos expertas, por las artesanas que apoyaron el proyecto con us complementos y que también salieron a la pasarela, en un desfile que le dio el protagonismo a quienes lo merecen y nos mostró que la moda no solo es real, sino que tiene intacto el corazón con personas como ellos.
Y siguiendo con las pasarelas que nos hicieron aguar los ojos de la emoción encontramos una colección repleta de nostalgia, de color y de sabor Caribe, ese que fluye por las venas y hace recordar el pasado con amor. Juan Pablo, nacido en Valledupar, echó mano de su propio pasado para crear 'Los viajes de Máxima Manjarrés', con la que hacía alusión a su bisabuela, una mujer viajera y vanguardista, mucho para los años 30 en los que vivió su adultez. A través de piezas que mostraban un aire innegablemente 'resort', Juan relató la historia de su bisabuela y Claudio su gran amor. Para ellas mostró vestidos con tonalidades rosas y moradas, con siluetas marcadas en la cintura y la soltura de quienes caminan por el Caribe. Para ellos, camisas de buenos linos, sombreros y trajes llenos de la elegancia que lo caracteriza a él como creador y como persona. Fue una pasarela con detalles retro que también resultó moderna y alegre, gracias a la musicalización de Adriana Lucía, que hizo que estuviera a punto de levantarme a bailar de la silla al son de 'Festival en Guararé' o 'Carmen de Bolívar'.
Punto adicional para esta colección: reunió a verdaderos talentos en materia de complementos: Paprika Pepper Me y Faoba Joyas para los accesorios, Argento y Bourbon para los zapatos masculinos, SanAngel para los femeninos, Adriana Florez para las pintuas a mano, maestras artesanas para los borbados, entre otros. Y a todos los llamó a salir con él a recibir el aplauso, del que nosotras fuimos las mayores porristas. ¡Bravo!
Un viaje a Perú inspiró a Darío, uno de los creadores más innovadores de la escena nacional, para crear una colección repleta de cultura y mística Inca a la que llamó 'Nómada textil'. La mujer que nos pintó estaba lista para cualquier cosa, con prendas llenas de información histórica y riqueza en el trabajo artesanal (Darío trabajó con artesanas de ese país para lograr algunos bordados) que se combinaron con algunos cortes má modernos reflejados en escotes, vestidos vaporosos y estampados bastante osados. Grandes favoritos: los vestidos largos de fondos negros y estampados de máscaras iguales al personaje que acompañó silente todo el desfile a manera de estatua (y que siempre pensamos que era el diseñador, hasta el final que notamos que no) y los espectaculares complementos: botas utilitarias que contrastaban con la delicadeza de los vestidos, maxiaretes y 'septums' nasales que le imprimeron ese toque 'badass' que no puede faltar en las creaciones de Darío, que llegó inspirado de Perú pero lo plasmó a su manera, como debe ser.
Una única queja de su propuesta: las telas. No sé si fue consecuencia de los procesos de estampado, pero algunas de ellas no se notaban de la calidad que uno esperaría en este tipo de colecciones. Por demás, un viaje precioso que fue acompañado por elementos de 'performance' muy atractivos.
Estas fueron nuestras impresiones sobre lo que se vio en la pasarela. Nos queda faltando un post sobre lo que se vio alrededor de la pasarela, pero mientras tanto los invitamos a dejar sus comentarios por aquí y también a través de nuestras redes sociales. ¡A leer!
La semana pasada (bueno, cuatro días de la semana que pasó) se lllevó a cabo la segunda edición de Bogotá Fashion Week, la feria de moda que llenó un hueco en la industria en la capital, que se había quedado sin evento de moda por un tiempo. La edición anterior presentó la novedad de desfiles en el aeropuerto y este año, seis meses después, la locación se movió al Museo del Chicó, con algunos 'performances' aún en El Dorado.
Fotos: Cámara Lúcida |
Apartando la polémica que se ha suscitado desde que finalizó el evento y de la que hablaremos en otro post esta semana, creemos firmemente que cuando se trata de moda colombiana hay que destacar primero lo bueno. Porque no es fácil hacer moda de calidad en este país, y vaya que en estos tres días pudimos ver calidad. Fueron muy pocos los detalles con los que discrepamos y realmente las colecciones estuvieron a la altura de un evento en la capital del país. Pero como no podemos extendernos en prosa porque qué aburrido, vamos a mostrarles nuestras cinco favoritas, las colecciones que nos robaron el corazón y que demostraron el buen nivel de nuestra industria nacional.
'Ambassador' de Isabel Caviedes
El último 'look' es tan yo que me dan ganas de llorar. |
Faride Ramos
El sabor de la música entre tropical y pop movió una pasarela llena de cadencia y sabor, que se convirtió en un mensaje sutil a la vez que contundente: Faride se encargó de hacer un desfile solo con modelos afro, en un país donde la lucha por igualdad continúa e incluyendo modelos de todas partes del país (supimos que muchas chicas llegaron solamente para este desfile y gracias a la oportunidad que se les dio para mostrar su trabajo). En las prendas, la diseñadora momposina mostró una selección cuidadosa de piezas bastante minimalistas, avivadas por los dorados y plateados que coparon la primera mitad de su propuesta.
'SOY', de Diego Guarnizo y María Luisa Ortíz
Por muchos años, estos dos creadores habían trabajado por separado en diferentes alas de la industria. María Luisa como diseñadora y Diego como director de arte y asesor de vestuario en verdaderas instituciones nacionales, además de trabajar con comunidades artesanales de todo el país. Este año se unieron para crear SOY, un proyecto que fusiona sus dos saberes y que resultó en la presentación de una pasarela conceptual, conmovedora, emocionante y hermosa. Al ritmo de César López y un piano, las modelos comenzaron a caminar por el espacio dispuesto como un bosque encantado ante unos espectadores sentados EN EL PISO. Aquí no hubo primera fila, no hubo preferencias, todos fuimos uno.
'Los viajes de Máxima Manjarrés', de Juan Pablo Socarrás
Y siguiendo con las pasarelas que nos hicieron aguar los ojos de la emoción encontramos una colección repleta de nostalgia, de color y de sabor Caribe, ese que fluye por las venas y hace recordar el pasado con amor. Juan Pablo, nacido en Valledupar, echó mano de su propio pasado para crear 'Los viajes de Máxima Manjarrés', con la que hacía alusión a su bisabuela, una mujer viajera y vanguardista, mucho para los años 30 en los que vivió su adultez. A través de piezas que mostraban un aire innegablemente 'resort', Juan relató la historia de su bisabuela y Claudio su gran amor. Para ellas mostró vestidos con tonalidades rosas y moradas, con siluetas marcadas en la cintura y la soltura de quienes caminan por el Caribe. Para ellos, camisas de buenos linos, sombreros y trajes llenos de la elegancia que lo caracteriza a él como creador y como persona. Fue una pasarela con detalles retro que también resultó moderna y alegre, gracias a la musicalización de Adriana Lucía, que hizo que estuviera a punto de levantarme a bailar de la silla al son de 'Festival en Guararé' o 'Carmen de Bolívar'.
Punto adicional para esta colección: reunió a verdaderos talentos en materia de complementos: Paprika Pepper Me y Faoba Joyas para los accesorios, Argento y Bourbon para los zapatos masculinos, SanAngel para los femeninos, Adriana Florez para las pintuas a mano, maestras artesanas para los borbados, entre otros. Y a todos los llamó a salir con él a recibir el aplauso, del que nosotras fuimos las mayores porristas. ¡Bravo!
'Nómada textil', de Darío Cárdenas
Un viaje a Perú inspiró a Darío, uno de los creadores más innovadores de la escena nacional, para crear una colección repleta de cultura y mística Inca a la que llamó 'Nómada textil'. La mujer que nos pintó estaba lista para cualquier cosa, con prendas llenas de información histórica y riqueza en el trabajo artesanal (Darío trabajó con artesanas de ese país para lograr algunos bordados) que se combinaron con algunos cortes má modernos reflejados en escotes, vestidos vaporosos y estampados bastante osados. Grandes favoritos: los vestidos largos de fondos negros y estampados de máscaras iguales al personaje que acompañó silente todo el desfile a manera de estatua (y que siempre pensamos que era el diseñador, hasta el final que notamos que no) y los espectaculares complementos: botas utilitarias que contrastaban con la delicadeza de los vestidos, maxiaretes y 'septums' nasales que le imprimeron ese toque 'badass' que no puede faltar en las creaciones de Darío, que llegó inspirado de Perú pero lo plasmó a su manera, como debe ser.
Estas fueron nuestras impresiones sobre lo que se vio en la pasarela. Nos queda faltando un post sobre lo que se vio alrededor de la pasarela, pero mientras tanto los invitamos a dejar sus comentarios por aquí y también a través de nuestras redes sociales. ¡A leer!
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