New York Fashion 2017... ¿la pasarela se transforma?
Por Jen
Además de la Semana de Alta Costura, uno de los eventos que más disfrutamos reseñar en este blog es la Semana de la Moda de Nueva York, o NYFW (como muchos la conocemos por sus siglas en inglés).Y aunque este año las propuestas fueron buenas y mantuvieron el nivel al que estamos acostumbrados, es inevitable notar los cambios que ha sufrido esta cita de la moda.
Para empezar, muchos medios han reseñado la ausencia de grandes marcas y nombres, que cada año se siguen retirando de la Gran Manzana bien sea para trasladarse a otras ciudades (como es el caso de Tommy Hilfiger, que se trasladó a Los Ángeles, y otros como Vera Wang y Rodarte, que decidieron llevarse sus pasarelas a París), o para cambiar de formato. Y eso nos lleva al segundo punto y al título de este post: la transformación de la tradicional pasarela como la conocemos.
Así, muchos de los diseñadores han decidido que un desfile ya no es suficiente. Que una seguidilla de celebridades en sus 'front rows' no va a cambiar la recepción de sus marcas y que, sobre todo, el formato del desfile no llega a las personas que debería llegar. En esta edición de NYFW, muchos nombres que decidieron seguir presentando en la Gran Manzana lo hicieron a través de instalaciones o exposiciones, como Zac Posen que, aunque no está entre nuestros favoritos de la temporada, merece una mención especial por romper el molde.
Y dejando esa 'tendencia' al lado, también nos encontramos algunas más que impactarán la próxima temporada y que, en algunos casos, ya lo están haciendo: los 'power suit' en sus diferentes versiones son solo un ejemplo. Veamos qué otras cosas pudimos encontrar entre nuestros favoritos:
La prueba precisa de lo que hablamos. Una marca que tradicionalmente se distingue por desfiles lleno de glamur y brillo decidió esta vez transmitir su esencia a través de imágenes estáticas. Y fue un ejercicio bastante interesante porque, al menos en esta ocasión, nos permitió apreciar la belleza de las prendas aislando cualquier cosa que pudiera haber alrededor. La propuesta se enmarcó dentro de la tradicional estética de Lhuillier: vestidos llenos de detalles, bordados y brillos que relatan a donde quieran. Esta vez, la novedad se reveló del lado de los complementos, como chaquetas espectaculares que por si mismas son una belleza.
Este es un nombre que cada vez escuchamos más y, por supuesto, mucho de eso se debe a Michelle Obama. A quien también creo, Wu le debe un poco el haber 'bajado' su tono hacia una estética más lady. Es suficiente con ver de las más de 30 salidas que presentó, nuestras escogidas hayan sido vestidos. Todos diferentes en estructura y texturas, y además jugando con una paleta de color muy interesante. Por supuesto, hubo 'suits' y dentro de estos, un abrigo rojo poderoso que necesito para vivir.
Tal vez una de mis favoritas de la temporada, porque resume perfectamente el concepto de Ready to Wear. El diseñador, que siguió optando por desfile pero lo movió a un espacio distinto a la pasarela tradicional, presentó una seguidilla de piezas que nos dejan 'ready' casi para cualquier ocasión. Pantalones, faldas, sweaters, chaquetas, todo estuvo allí, con un respeto espectacular entre los neutros pero también combinaciones atrevidas, como el rojo con morado y otros más. Toda su ropa lleva ese aire 'cool' que encanta a las fashionistas, pero que deja ver que cualquiera puede usarlo y apropiarse de él.
Los periodistas que cubrieron el desfile hablaron de algunos problemas logísticos al inicio, pero parece que nada de eso se reflejó a la hora de hablar de las piezas que presentaron Laura Kim y Fernando García en su debut con la firma, en la que ya habían trabajado antes de que el famoso diseñador dominicano falleciera. Y aunque hicieron algo bastante inusual (presentaron también la colección de Monse en el mismo lugar), la sacaron del estadio en su tarea de refrescar la marca.
Para los que conocemos y amamos la belleza clásica en el trabajo de De la Renta, fue un gran alivio saber que esas piezas fueron respetadas. Vestidos y conjuntos de dos piezas ultrafemeninos fueron los protagonistas, con detalle que hicieron que lo más jóvenes voltearan a mirar: lentejuelas, plumas en las faldas, escotes intervenidos. El único reparo que podría haber de esta colección es que fue demasiado larga (51 looks en total), lo que resultó en alguno estilismos bastante parecidos. De resto, amor puro.
Y siguiendo con las 'viejas confiables' llegamos a Marchesa, que muy rara vez decepciona y por supuesto este no fue el caso. Los que conocemos la marca sabemos que aquí podemos encontrar, como en Monique Lhuillier u Oscar de la Renta, una estética establecida. Femineidad, glamour y sensualidad a manera de provocación son las banderas de la marca que esta vez convirtió a sus modelos en flappers modernas usando borlas de colores que se movían increiblemente. Por supuesto también hubo mucho tul, acompañando sus transparencias y convirtiendo a la chicas en princesas con faldas enormes. Todo estuvo allí y siempre es maravilloso de apreciar.
Magia pura en todas sus proporciones. A veces J Mendel suele desordenarse y mostrar una seguidilla de cosas bellas, aunque sin mucho sentido. Y esta vez, ¡se concentró pero con toda! Fue realmente hermoso ver vestidos ensoñadores hechos aun más poderosos con 'statement furs', cuellos, chaquetas y boleros. La paleta de color, que se movió entre los cobrizos y el gris, nos recordó un poco a esa mujer elegante de antaño, esa que en algún momento todas quisimos ser. Bueno, yo sigo queriendo serla.
Esta diseñadora británica es otra de las que conoce al dedillo a su público y su estética, pero que al mismo tiempo no le da miedo poner algunas cositas diferentes aquí y allá para que su propuesta se enriquezca en cada temporada. Al ser consultada sobre su idea, aseguró que todo se trataba acerca de lo que es ser británica, tomando referencias del punk y otras corrientes, pero para mi fue un mensaje de 'girl power' de principio a fin.
Esta vez, Jenny quiso que sus chicas fueron un poco menos princesas y un poco más mujeres de ciudad, lo cual es completamente coherente con el momento que estamos viviendo. A sus habituales vestidos hiperfemeninos les puso chaquetas de motociclista, cortes laser en cuero y camisetas, de seda por supuesto. También añadió medias de malla y su confiables Louboutin, que completaron la idea para las chicas que quieren encontrar un punto medio entre la fuerza y la belleza.
Precisamente ayer, antes de escribir este post y ponerme al día con los desfiles, Melissa y yo hablábamos de la tal 'revolución de la belleza' que propone Vogue en su portada de marzo. Una de las cosas que dijo fue que "cuando mujeres como Ashley Graham no sean la excepción en una pasarela, podemos hablar de revolución". Y es supremamente grato ver hacia donde apunta el camino, precisamente a eso. O al menos a ese camino apunta Prabal Gurung, que se animó a tener dos chicas de talla grande en su pasarela, lo cual lo hizo rockear aun más.
La ropa fue una seguidilla de vestidos sencillos con toques cool, como los cinturones y los metalizados. En algunas piezas añadió boleros, en otras, cuellos altos y mangas campana para un toque 'retro'. Y al final, como lo hizo con las modelos, un 'statement': varias de ellas salieron a la pasarela llevando camisetas con mensajes: 'Soy un inmigrante', 'El futuro es femenino' y por supuesto, la que él llevaba: 'Así es cómo se ve un feminista'. Definitivamente, es tiempo de alzar la voz.
No olviden que nos pueden contar si creen que alguien se nos quedó por fuera. Y tampoco se olviden de que ya casi vienen los Óscar y pueden seguir nuestros comentarios en vivo a través de Twitter, además de estar pendiente de Facebook e Instagram para ver nuestra selección. ¡Nos leemos pronto!
Además de la Semana de Alta Costura, uno de los eventos que más disfrutamos reseñar en este blog es la Semana de la Moda de Nueva York, o NYFW (como muchos la conocemos por sus siglas en inglés).Y aunque este año las propuestas fueron buenas y mantuvieron el nivel al que estamos acostumbrados, es inevitable notar los cambios que ha sufrido esta cita de la moda.
Para empezar, muchos medios han reseñado la ausencia de grandes marcas y nombres, que cada año se siguen retirando de la Gran Manzana bien sea para trasladarse a otras ciudades (como es el caso de Tommy Hilfiger, que se trasladó a Los Ángeles, y otros como Vera Wang y Rodarte, que decidieron llevarse sus pasarelas a París), o para cambiar de formato. Y eso nos lleva al segundo punto y al título de este post: la transformación de la tradicional pasarela como la conocemos.
Así, muchos de los diseñadores han decidido que un desfile ya no es suficiente. Que una seguidilla de celebridades en sus 'front rows' no va a cambiar la recepción de sus marcas y que, sobre todo, el formato del desfile no llega a las personas que debería llegar. En esta edición de NYFW, muchos nombres que decidieron seguir presentando en la Gran Manzana lo hicieron a través de instalaciones o exposiciones, como Zac Posen que, aunque no está entre nuestros favoritos de la temporada, merece una mención especial por romper el molde.
Y dejando esa 'tendencia' al lado, también nos encontramos algunas más que impactarán la próxima temporada y que, en algunos casos, ya lo están haciendo: los 'power suit' en sus diferentes versiones son solo un ejemplo. Veamos qué otras cosas pudimos encontrar entre nuestros favoritos:
Monique Lhuillier
La prueba precisa de lo que hablamos. Una marca que tradicionalmente se distingue por desfiles lleno de glamur y brillo decidió esta vez transmitir su esencia a través de imágenes estáticas. Y fue un ejercicio bastante interesante porque, al menos en esta ocasión, nos permitió apreciar la belleza de las prendas aislando cualquier cosa que pudiera haber alrededor. La propuesta se enmarcó dentro de la tradicional estética de Lhuillier: vestidos llenos de detalles, bordados y brillos que relatan a donde quieran. Esta vez, la novedad se reveló del lado de los complementos, como chaquetas espectaculares que por si mismas son una belleza.
Jason Wu
Derek Lam
Oscar de la Renta
Los periodistas que cubrieron el desfile hablaron de algunos problemas logísticos al inicio, pero parece que nada de eso se reflejó a la hora de hablar de las piezas que presentaron Laura Kim y Fernando García en su debut con la firma, en la que ya habían trabajado antes de que el famoso diseñador dominicano falleciera. Y aunque hicieron algo bastante inusual (presentaron también la colección de Monse en el mismo lugar), la sacaron del estadio en su tarea de refrescar la marca.
Para los que conocemos y amamos la belleza clásica en el trabajo de De la Renta, fue un gran alivio saber que esas piezas fueron respetadas. Vestidos y conjuntos de dos piezas ultrafemeninos fueron los protagonistas, con detalle que hicieron que lo más jóvenes voltearan a mirar: lentejuelas, plumas en las faldas, escotes intervenidos. El único reparo que podría haber de esta colección es que fue demasiado larga (51 looks en total), lo que resultó en alguno estilismos bastante parecidos. De resto, amor puro.
Marchesa
Y siguiendo con las 'viejas confiables' llegamos a Marchesa, que muy rara vez decepciona y por supuesto este no fue el caso. Los que conocemos la marca sabemos que aquí podemos encontrar, como en Monique Lhuillier u Oscar de la Renta, una estética establecida. Femineidad, glamour y sensualidad a manera de provocación son las banderas de la marca que esta vez convirtió a sus modelos en flappers modernas usando borlas de colores que se movían increiblemente. Por supuesto también hubo mucho tul, acompañando sus transparencias y convirtiendo a la chicas en princesas con faldas enormes. Todo estuvo allí y siempre es maravilloso de apreciar.
J Mendel
Magia pura en todas sus proporciones. A veces J Mendel suele desordenarse y mostrar una seguidilla de cosas bellas, aunque sin mucho sentido. Y esta vez, ¡se concentró pero con toda! Fue realmente hermoso ver vestidos ensoñadores hechos aun más poderosos con 'statement furs', cuellos, chaquetas y boleros. La paleta de color, que se movió entre los cobrizos y el gris, nos recordó un poco a esa mujer elegante de antaño, esa que en algún momento todas quisimos ser. Bueno, yo sigo queriendo serla.
Jenny Packham
Esta vez, Jenny quiso que sus chicas fueron un poco menos princesas y un poco más mujeres de ciudad, lo cual es completamente coherente con el momento que estamos viviendo. A sus habituales vestidos hiperfemeninos les puso chaquetas de motociclista, cortes laser en cuero y camisetas, de seda por supuesto. También añadió medias de malla y su confiables Louboutin, que completaron la idea para las chicas que quieren encontrar un punto medio entre la fuerza y la belleza.
Prabal Gurung
Precisamente ayer, antes de escribir este post y ponerme al día con los desfiles, Melissa y yo hablábamos de la tal 'revolución de la belleza' que propone Vogue en su portada de marzo. Una de las cosas que dijo fue que "cuando mujeres como Ashley Graham no sean la excepción en una pasarela, podemos hablar de revolución". Y es supremamente grato ver hacia donde apunta el camino, precisamente a eso. O al menos a ese camino apunta Prabal Gurung, que se animó a tener dos chicas de talla grande en su pasarela, lo cual lo hizo rockear aun más.
La ropa fue una seguidilla de vestidos sencillos con toques cool, como los cinturones y los metalizados. En algunas piezas añadió boleros, en otras, cuellos altos y mangas campana para un toque 'retro'. Y al final, como lo hizo con las modelos, un 'statement': varias de ellas salieron a la pasarela llevando camisetas con mensajes: 'Soy un inmigrante', 'El futuro es femenino' y por supuesto, la que él llevaba: 'Así es cómo se ve un feminista'. Definitivamente, es tiempo de alzar la voz.
No olviden que nos pueden contar si creen que alguien se nos quedó por fuera. Y tampoco se olviden de que ya casi vienen los Óscar y pueden seguir nuestros comentarios en vivo a través de Twitter, además de estar pendiente de Facebook e Instagram para ver nuestra selección. ¡Nos leemos pronto!
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