By Meli.
Jen and I sometimes feel that all hope is lost when it comes to the MTV Video Music Awards, but still, we wait for a miracle every year. And, surprisingly, we got it in the form of a well-dressed Kardashian. Who knew?!
But not all is good news, as our worst-dressed list is particularly costume-y and naked this year. Here is our selection of the memorable looks on this year’s awards ceremony.
Por Meli.
En este blog a veces sentimos que le perdimos la fe a los MTV Video Music Awards, pero igual cada año esperamos un milagro. Y, sorpresivamente, lo recibimos en forma de una Kardashian bien vestida. ¡¿Quién lo hubiera imaginado?!
Pero como no todas son buenas noticias, nuestra lista de peor vestidas está particularmente pintoresca y desnuda este año. Aquí tienen nuestra selección de lo que vale la pena destacar de la entrega de premios de este año.
Por Meli.
¿Alguna vez les ha pasado que pasan por una vitrina o miran un anuncio publicitario, ven prendas preciosas que quisieran ponerse, y luego piensan que nunca se les van a ver tan bien como a los maniquíes y a las modelos porque ustedes no son altas y delgadas?
Si nunca han experimentado esa sensación, felicidades: ustedes probablemente hacen parte del privilegiado grupo de mujeres que entra dentro de los cánones de belleza para los cuales la industria de la moda crea sus productos.
Si en cambio conocen bien ese sentimiento, entonces ustedes son como yo: una persona con unos kilos de más (pocos o muchos), o con una estatura muy baja o muy alta, o con una figura corporal alejada del dichoso “reloj de arena”, que muchas veces tiene que conformarse con ropa que no le encanta porque “le queda” o “le favorece”.
By Meli.
Has it ever happened to you that you go through a store window or look at an advertisement, you see gorgeous clothes you would like to wear, and then think that you will never look as good in them as the mannequins and the models because you are not tall and thin?
If you have never experienced that feeling, congratulations: you are probably part of the privileged group of women that falls within the canons of beauty for which the fashion industry creates its products.
If, instead, you know that feeling very well, then you are like me: a person with a few extra pounds (a little or a lot), or very short or very tall, or with a body shape far from the so-called “hourglass,” who often has to settle for clothes that you don’t like because “it fits” or “it flatters you”.